
La UOC lidera un proyecto para poner al alcance de todos la monitorización de la salud mediante tecnología de identificación por radiofrecuencia. La ropa inteligente usa el sudor para controlar la salud.
La actividad física es beneficiosa para la salud, a todas las edades y en casi cualquier entorno. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se podrían evitar hasta cinco millones de muertes prematuras al año si la población mundial fuera más activa físicamente. Sin embargo, el ejercicio físico excesivo o inadecuado puede acarrear efectos adversos en algunos casos, por lo que siempre hay que vigilar de cerca la salud.
Algunas soluciones tecnológicas para monitorear varios indicadores fisiológicos y bioquímicos como la frecuencia cardíaca, el nivel de nutrición e hidratación se han generalizado en los últimos años. Sin embargo, el uso de muchos sensores y dispositivos portátiles se ha limitado a los atletas de élite, y los avances en salud electrónica aún no benefician a la sociedad en su conjunto.
En este sentido, un equipo de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), liderado por Joan Melià Seguí, investigador del grupo de Redes Inalámbricas (WINE) del Instituto Interdisciplinar de Internet (IN3), estudia cómo hacer monitorización de la salud parámetros durante el ejercicio físico accesibles a todos. El proyecto se centra en la hidratación y el análisis del sudor.
El proyecto de investigación, que ha recibido el nombre de HydraSport, ha recibido la aprobación en una convocatoria de ayudas del Ministerio de Cultura y Deporte de España para proyectos de investigación en ciencia y tecnología aplicadas a la actividad física beneficiosa para la salud y medicina deportiva, y será financiado con fondos europeos para el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Tejidos inteligentes y sensores de sudor
El ejercicio físico regular es esencial para prevenir y controlar las enfermedades del corazón, la diabetes tipo 2 y el cáncer. Según la OMS, también contribuye a reducir los síntomas de depresión y ansiedad, mitigar el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y potenciar la salud cerebral. Sin embargo, según la organización, uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes del mundo no realiza suficiente ejercicio físico.
En algunos casos, como las personas mayores, las que padecen enfermedades o las que viven en ambientes con climas adversos (como lugares muy calurosos), es más probable que el ejercicio físico produzca efectos negativos para la salud, como la deshidratación».
Joan Melià Seguí, Investigador, Grupo de Redes Inalámbricas (WINE), Instituto Interdisciplinario de Internet (IN3)
Por ello, el seguimiento de parámetros básicos como la hidratación debe estar al alcance de todos con el fin de mejorar las condiciones para hacer del ejercicio físico una actividad universal y beneficiosa para la salud.
Para los investigadores, esto significa incorporar tecnología flexible, de bajo costo, sin baterías ni circuitos complejos en la ropa de todos los días, lo que permite medir la salud de una manera no invasiva y sin asistencia. El equipo de la UOC está estudiando la posibilidad de incorporar tecnologías de identificación por radiofrecuencia (RFID) en tejidos inteligentes que utilizan el sudor para recopilar información sobre la hidratación de la persona que los lleva.
“Tenemos que cumplir varios requisitos para poder controlar la hidratación, de una forma no invasiva que se pueda incorporar a la ropa del día a día”, explica Melià Seguí, profesora de la Facultad de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones. «Primero, necesitamos un fluido corporal rico en biomarcadores relacionados con la hidratación, que se produzca en cantidades suficientes durante el ejercicio físico y que entre fácilmente en contacto con la ropa. El sudor contiene potencialmente una gran cantidad de información importante, aunque tradicionalmente ha sido un recurso infrautilizado en la monitorización no invasiva de la salud».
Otro requisito es encontrar una tecnología que permita recopilar datos, pero que pase prácticamente desapercibida para quien la utiliza. “Necesitamos una tecnología a pequeña escala y de muy bajo coste que permita tanto la medición mediante un sensor como la comunicación de datos a través de tecnologías compatibles con el internet de las cosas”, añade el investigador. “En sus distintas versiones, RFID es una tecnología que puede funcionar sin batería, ya que las etiquetas se alimentan de ondas de radiofrecuencia del equipo de lectura, y su diseño permite tomar medidas básicas a cambio de un costo de producción muy bajo”.
Hacia un ejercicio físico saludable para todos
“El objetivo principal es promover el ejercicio físico beneficioso para la salud, siguiendo las recomendaciones de la OMS y el tercer objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades), mediante la confección de ropa inteligente que permite un seguimiento básico de parámetros de salud como la hidratación al alcance de todos”, concluye el investigador de la UOC.
El proyecto HydraSport tiene como objetivo realizar contribuciones positivas tanto en el campo científico como industrial, y para la sociedad en su conjunto. Desarrollos como el que esperan conseguir los investigadores de la UOC pueden mejorar los sistemas de diagnóstico precoz y prevención centrados en la salud de las personas que practican deporte. Debido a que es una solución de bajo costo que se puede integrar fácilmente en los sistemas médicos actuales, la barrera de adopción sería baja para la industria y podría ser un vehículo para hacer que los avances en salud digital estén disponibles para la sociedad en su conjunto.
El proyecto también busca demostrar la viabilidad de integrar sensores pasivos con tecnología RFID de muy bajo costo en materiales textiles, lo que permitiría a la industria desarrollar prendas digitalizadas con una amplia gama de aplicaciones en el deporte y la prevención de la salud. “Durante el proyecto estaremos investigando tejidos adecuados y diseños tecnológicos”, añade Joan Melià Seguí. «Esperamos que los resultados abran el camino para futuras colaboraciones con otros investigadores y la industria».